acuñar moneda

Fabricar moneda. Más específicamente imprimir o estampar y sellar una pieza de metal por medio de cuño o troquel.
Siempre ha requerido la acuñación la contribución de arte y técnica, porque desde la Antigüedad se ha tratado de realzar un diseño diferenciado y original de cada moneda, con menor o mayor habilidad e ingenio, por supuesto condicionado a las posibilidades técnicas de ejecución. Las cecas siempre tuvieron que disponer de medios para preparar los troqueles y de artistas que hicieran el molde. Actualmente el proceso es complejo y largo, comenzando, como siempre, por el diseño de la moneda sobre bocetos con dibujos a tamaño mucho mayor del que luego tendrá la moneda y en los que se plasman todos los detalles que luego se marcaran en relieves en el metal, teniendo en cuenta que los diseños no responden sólo a conceptos estéticos, sino que deben considerar las cualidades que sobre el metal ha de tener la futura moneda, cumpliendo requisitos técnicos para conseguir una composición distribuida de forma equilibrada, evitando que en el anverso y reverso de la moneda coincidan relieves grandes o que las figuras que aparezcan queden dispuestas de modo que no permitan una expansión del cuño tomando en consideración los factores de dureza del metal y el diámetro y espesor de la moneda. Una vez seleccionado el boceto o los bocetos, se realiza un modelado en plastilina o material dúctil apropiado. De estos modelos se obtienen copias negativas para, a su vez, conseguir un positivo de materia plástica que permita su retoque y sirva para mediante un pantógrafo obtener una pieza de acero sin templar que se llama "punzón" que, a su vez, vuelve a ser retocada por los grabadores en una labor de artesanía muy cuidadosa en la que se utilizan exclusivamente potentes lupas, buriles y otras herramientas apropiadas para grabación minuciosa de metales.

El punzón original sirve para obtener la "matriz", que es la copia en negativo del mismo sacada con ayuda de una prensa y que va a permitir obtener una vez comprobada su perfección cuantos punzones sean necesarios para realizar los "troqueles" que llevan la imagen de la moneda en negativo, y que son los que, instalados sobre las máquinas de troquelar, irán acuñando moneda a moneda. Pero antes de su uso deben ser endurecidos, cromándolos y puliéndolos mediante un tratamiento térmico que permita que mantengan la calidad precisa para troquelar un gran número de piezas, sin que sea perceptible la diferencia entre ellas.

En definitiva, la calidad de una acuñación la determina la calidad de tres elementos: el troquel, el disco o cospel y la prensa. El disco o cospel es la pieza cortada de la aleación de metal establecida para cada moneda y debe ser muy liso. Se realizan tres calidades: "monedas circuladas", destinadas a la circulación monetaria; "monedas semiproof" y "monedas proof", estas últimas destinadas a coleccionismo, o bien las de metales nobles en calidad semiproof a inversión. Para monedas circuladas se emplean prensas de empuje vertical que trabajan a gran velocidad, hasta 700 golpes por minuto, con troqueles de anverso y reverso que presionan el disco y al expandirse éste la moneda estampada queda aprisionada por la "virola", anillo de metal que forma parte del troquelado de una moneda y que lleva el dibujo del borde de la misma. La alimentación de los discos y la extracción de la moneda y su empaquetado son procesos totalmente automatizados.

Las características esenciales de las monedas "proof" son, además de la calidad de la aleación, especialmente exigida en las de metales nobles, el contraste entre la imagen en mate y el fondo de espejo, que se consiguen utilizando discos extremadamente lisos y realizando sobre el cuño durante el proceso de fabricación el chorreado y pulido apropiados para obtener los contrastes de mateado y brillo espejo exclusivos de estas monedas. Naturalmente, no se emplean las mismas prensas que en la acuñación ordinaria, sino equipos de alta precisión y empuje vertical que se alimentan manualmente para evitar cualquier tipo de daño en los discos originado por una alimentación mecánica. En cuanto a los troqueles, que sólo se emplean para unas 2000 estampaciones, son limpiados para desprender cualquier impureza tras imprimir cada moneda. Lógicamente, toda la manipulación de estas monedas está sujeta a procesos que eviten cualquier deterioro posterior a su fabricación, por lo que se manipulan con guantes y se estuchan en recipientes de plástico a medida. La fabricación de una de estas prensas para "proof" es de unas 60 piezas por hora.

En las monedas "semiproof" también el disco tiene que ser de gran calidad, es decir, debe ser extremadamente liso, pero aquí se utilizan prensas con alimentación automática, si bien los troqueles se sustituyen cuando se han producido entre cinco o seis mil acuñaciones, o antes si se observa cualquier defecto en las piezas que van fabricándose y que se consiguen a un ritmo de unas 600 o 700 por hora.

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