alhóndiga

De alfóndiga. (RA): Casa pública destinada para la compra y venta del trigo. En algunos pueblos sirve también para el depósito y para la compra y venta de otros granos, comestibles o mercaderías que no devengan impuestos o arbitrios de ninguna clase mientras no se vendan.

Tiene su origen en la tradición comercial de los árabes, que las denominan AlFanadiq (en singular, AlFunduq). En España se desarrollaron tras la conquista por los musulmanes a partir del siglo VIII; todas las grandes ciudades hispanoárabes fueron ricos centros de comercio, y a su floreciente actividad industrial y mercantil unían la de ser depósitos de mercancías, las cuales se guardaban en la alhóndiga. Estas servían a la vez de almacenes y hospedería de viajeros, siendo a veces varias las alhóndigas que había en una misma ciudad, distribuidas por los arrabales (alarbad) o en algún barrio que superase al ámbito de una calle (alhara).

Normalmente, la principal se encontraba en la plaza (alrahba) de la ciudad (madina), junto a la mezquita mayor y las calles principales que alojaban los zocos (alsuq), pequeños mercadillos en plazuelas (alsuwaiqa), las tiendas (aljanat) y el edificio para el comercio de lujo o alcaicería (alqaisariyya). En torno a todas se distribuían los obradores y tiendas de cambiantes, drogueros y especieros, los comercios de tejidos y librerías.

Como ejemplos importantes, destacar el Fundaq del barrio de la mezquita mayor de la Alcudia de Toledo, en el que en el siglo XII ya degollaban los carniceros, y los que lindaban con la mezquita mayor de Granada: el de los Genoveses, la Zaida y el llamado Corral del Carbón, el único que permanece.

Las alhóndigas debieron de aparecer en las ciudades hispanocristianas hacia el siglo X, a imitación de las de AlAndalus. De ellas adoptaron las funciones de depósitos de mercancías y de alojamiento de los mercaderes que vendían sus productos en el mercado semanal o diario llamado açog o açogue, en las ferias o en la propia casa del vendedor y en la venta de la misma (ad fenestram).
En la Corona de Aragón el comercio marítimo se intensificó en la época de Jaime I, reactivando las actividades de las "alfóndegas" o depósitos de mercancías, de las lonjas, de los Consulados de Comercio y de los Consulados del Mar en todos los puertos del Mediterráneo. En estas zonas marítimas también tomaron a veces el significado de aduanas. (En Portugal, las aduanas todavía hoy se denominan "alfandegas").

Últimas actualizaciones

red de conmutación de paquetes. Red de comunicación de datos inteligente, que permite el envi...
método comparativo. Aquel método basado en la comparación entre los diversos...
inmovilizado financiero. Son bienes patrimoniales de naturaleza financiera que no se utilizan e...
pasivo circulante. En general, los pasivos constituyen las fuentes de financiación...
concepto de dinero. Es necesario leer el artículo dinero, evolución y formas...
adquisición a non domino. Adquisición de quien no es dueño. Las adquisiciones a no...

Siguientes en el diccionario

alrededor de. Orden de bolsa cuyo significado coincide con la expresión "con ...
alteración del riesgo. En el argot financiero cualquier circunstancia o hecho que modifique l...
alzamiento de bienes. Delito contra la propiedad por el que se tiende a defraudar los legi...
amortizable. Se dice que algo es amortizable cuando puede extinguirse, suprimirse. ...
amortización. Podemos distinguir dos puntos de vista de la amortización segu...
amortización acelerada. Amortización de los elementos de activo que se lleva a cabo a u...