silencio administrativo

La terminación normal del procedimiento administrativo, aparte del desistimiento y la renuncia, suele acomodarse a una resolución administrativa motivada que decidirá sobre todas las cuestiones planteadas por los interesados y aquellas otras que se deriven del expediente. Sin embargo, se admite la posibilidad de que la Administración no se pronuncie expresamente, esto es, que en el plazo fijado para la emisión de la resolución ésta no tenga lugar; en estos casos se habla de silencio administrativo. Ello no implica que el particular quede desprotegido, ante la falta de pronunciamiento de la Administración, articulándose el juego del silencio administrativo, que al respecto establece:
"Cuando se formulare alguna petición ante la Administración y ésta no notificase su decisión en el plazo de tres meses, el interesado podrá denunciar la mora y, transcurridos tres meses desde la denuncia, podrá considerar desestimada su petición, al efecto de deducir frente a esta denegación presunta el correspondiente recurso administrativo o jurisdiccional según proceda, o esperar la resolución expresa de su petición. Igual facultad de opción asistirá, sin necesidad de denunciar la mora, al interesado que hubiere interpuesto cualquier recurso administrativo, entendiéndose entonces producida su desestimación presunta por el mero transcurso del plazo fijado para resolverlo. En uno y otro caso la denegación presunta no excluirá el deber de la Administración de dictar una resolución expresa. Contra el incumplimiento de este deber podrá deducirse reclamación en queja, que servirá también de recordatorio previo de responsabilidad personal, si hubiere lugar a ella, de la autoridad o funcionario negligente."

Frente a este silencio negativo, que debe entenderse como denegación de la solicitud, se regula el silencio positivo, que tendrá dicha calificación cuando así venga establecido en una disposición expresa o cuando se trate de autorizaciones o aprobaciones que deban acordarse en el ejercicio de funciones de fiscalización y tutela de órganos superiores sobre los inferiores.

El silencio administrativo, que no precisará la denuncia de mora, cuando no tenga otro plazo establecido, operará a los tres meses a contar desde la petición del particular. Uno de los ámbitos donde mayor importancia reviste el silencio positivo es en la concesión de licencias y autorizaciones de instalación, traslado y ampliación de empresas y centros de trabajo, que se entenderán otorgadas por silencio positivo, sin necesidad de denuncia de mora, en el transcurso de dos meses desde la presentación de la solicitud.

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