01-06-2017
La expresión contable de la depreciación ordinaria del activo es la amortización.
Podemos definir la amortización tal y como lo hace el Plan General Contable, como "la expresión de la depreciación sistemática anual efectiva sufrida por el inmovilizado inmaterial y material, por su aplicación al proceso productivo".
Desde un punto de vista teórico, podríamos señalar a la amortización un significado técnico, otro económico y por último, financiero.
En este sentido, cabe señalar una prudencia lógica en cuanto a los recursos proporcionados por la amortización, puesto que si, en el momento de la renovación del equipo fijo amortizado, esos fondos no se encuentran en el activo en valores seguros y de fácil realización, la financiación de esta reposición se verá amenazada.
Precisamente esa incorporación gradual a los productos no es igual para todos los elementos del inmovilizado. Es por ello que no es posible formular un mismo plan de amortización para todos los activos de una empresa, puesto que las expectativas empresariales, las diferentes duraciones de cada elemento, la aparición de mejoras tecnológicas, etc., hacen imposible dicha generalización.
Existen elementos patrimoniales que se deprecian en mayor medida durante los primeros años de su vida útil, mientras que otros siguen un proceso inverso. Incluso habrá elementos cuya depreciación sea uniforme a lo largo de los períodos en que se encuentran en funcionamiento.
La contabilidad pretende reflejar en todo momento el valor de cada elemento patrimonial para lo que, vistos los problemas existentes respecto al cálculo de la amortización, debe el empresario decidir la función de amortización que más se adapte a cada uno de sus elementos.