Mercados e Instrumentos Financieros
01-06-2017
Un contrato de futuros es un acuerdo por el que dos inversores se comprometen a comprar o vender un activo, denominado activo subyacente, a un precio y en una fecha futura fijados de antemano por las partes en el contrato.
Por ello, tanto comprador como vendedor tienen obligaciones, de forma que:
Un comprador de futuros, toma una posición larga (long), puesto que sus expectativas son alcistas: comprará a un precio determinado lo que en el futuro espera que valga más. Por tanto, a medida que el subyacente se mueve por encima del precio acordado en el futuro obtendrá beneficios, mientras que si el subyacente cae por debajo del precio futuro o acordado, obtendrá pérdidas.
Un vendedor de futuros, toma una posición corta (short), puesto que sus expectativas son bajistas, es decir, venderá a un precio determinado lo que en el futuro espera que valga menos. Por tanto, a medida que el subyacente se mueve por encima del precio acordado obtendrá pérdidas, mientras que si el subyacente cae por debajo del precio futuro acordado, obtendrá beneficios.