12. 2. Subcontratación versus Outsourcing

Sacristán (1998), partiendo de Fernández (1993), resume las principales diferencias entre la subcontratación y el outsourcing. A continuación, resumimos algunas de ellas:

1. La subcontratación se refiere fundamentalmente al ámbito de la producción. El outsourcing se relaciona con la subcontratación de un servicio o área funcional de la empresa. Existe una implicación de los proveedores en el negocio del cliente, con una aportación de valor añadido.
2. Las razones principales que justifican la subcontratación son la reducción de costes (basada en economías de escala), la búsqueda de capacidad para atender picos de demanda, la escasez de factores de producción y diversos aspectos de carácter legal. Por su parte, aun cuando el coste sea un factor relevante a la hora de estudiar el outsourcing, no de be ser la causa fundamental, más aún cuando éste supone una relación a largo plazo que, en algunos casos, resulta irreversible.
3. La prestación del servicio de subcontratación es, en ciertos casos, de ámbito internacional, mientras que el outsourcing suele llevarse a cabo por un proveedor que tenga servicio local, dada la necesidad de establecer una relación estrecha con el mismo.
4. La subcontratación tiene lugar cuando una empresa (contratista) encarga a otra (subcontratista) la producción de servicios o componentes o la realización de servicios. Las obligaciones de cada una de las partes se recogen a menudo en un contrato cuyas cláusulas no recogen explícitamente la posibilidad de pagos de penalización, pero ésta suele existir de modo implícito. En el outsourcing, es frecuente la utilización de una terminología distinta (que habla de socios o partners), y se suele tratar de acuerdos contractuales entre organizaciones de distinta naturaleza en lo que se refiere a su actividad principal con duración estable, y reducido a un ámbito limitado.
5. La estrategia de subcontratación suele suponer que la empresa trabaje con diversos subcontratistas alternativos, entre los que elegirá para cada transacción. Frecuentemente, existe una estructura piramidal, en la que dichos subcontratistas subcontratan a su vez algunas de las tareas que caen bajo su responsabilidad. En el outsourcing, existe un único proveedor de servicio, del que se depende en una buena medida. La delegación piramidal de responsabilidad se ve dificultada por la necesidad de salvaguardar la confidencialidad de cada uno de los socios.
6. En la subcontratación, el cliente suele determinar en buena medida cuál será la forma de prestación del servicio, mientras que en el outsourcing el cliente delega absolutamente en el proveedor la gestión operativa, entrando únicamente en la consideración de los aspectos estratégicos.

Por último, devemos considerar las organizaciones virtuales, como redes de empresas cuya constitución se apoya fuertemente en las tecnologías de la información, y dedicadas a un conjunto muy reducido de competencias esenciales, de actividades en las que son realmente especialistas. Serían, por tanto, el grado máximo de descentralización de actividades y por tanto, de outsourcing.

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