01-06-2017
Hoy en día, un analista, un director financiero, debe analizar, además de los estados patrimoniales de la empresa, la situación económica general para poder vislumbrar e incluso predecir la evolución futura de los mismos y las consecuencias que en su negocio puedan dar lugar, con el fin de planificar y resolver cuantas incertidumbres se puedan plantear desde una situación de conocimiento de la coyuntura.
Hay que pasar desde una concepción interna de la empresa a una visión más amplia de la función financiera como papel mediador entre las operaciones reales de la empresa, de carácter interno, y los mercados financieros externos.
Las operaciones 1, 4 y 5 son decisiones de financiación, mientras que la 2 y 3 son decisiones de inversión.
Las operaciones reales son el objeto del funcionamiento de la empresa, y se constituyen como demandantes de fondos para su realización. Por su parte, los mercados financieros proporcionan esos fondos necesarios para el normal desarrollo de la actividad empresarial. Es por ello que surge la función financiera del directivo para mediar entre ambas partes, empresa y mercado financiero, y evitar en la medida de lo posible los problemas o tensiones que se puedan producir entre ellos.
Este papel mediador del director financiero es la base de lo que en un sentido más amplio se denomina actividad financiera o mecanismo existente en el sistema financiero que posibilita a transferencia de recursos de las unidades con exceso de liquidez a las unidades con necesidad de liquidez.