6. 1. Integración del personal en la organización
01-06-2017
Empleados felices y empresas socialmente responsables suena como instrumento de música celestial y, a priori, no fácil de hacer compatible con el objetivo primero de la organización que es retribuir adecuadamente al capital.
En primer lugar porque está demostrado que un empleado feliz no es necesariamente el más productivo. La felicidad tiene su manantial en los sentimientos, y éstos, en el trabajo, son directamente dependientes de la relación entre las expectativas que se consideran merecidas y las realmente obtenidas. La motivación para trabajar sin embargo, es objeto de otras influencias que se traducen al final por una determinada selección de conducta que, bien orientada, se transforma en productividad.
En segundo lugar porque la responsabilidad social, entendida como el reconocimiento de que una organización tiene una influencia significativamente positiva en el entramado social, obliga a ponderar todas las acciones de la organización, incluso cuando pueden entrar en colisión con el objetivo económico de la misma. Y no es fácil.
