6. PROCESO DE INTEGRACIÓN

Todo se parece cada vez más: Producto, Organizaciones, Estructuras, Sistemas que gobiernan las empresas o Maneras de hacer y pensar: dirección, estrategia, producción...

Los valores diferenciales escasean y, cuando existen, su validez es corta, porque el "laboratorio" los sintetiza con facilidad, gracias a:

• El desarrollo de las comunicaciones.
• Las prestaciones y avances informáticos.
• La accesibilidad tecnológica.
• La creciente virtualidad de los procesos.
• La globalización de buena parte de los proveedores.
• El benchmarking.
• Los consultores.

A mayor abundamiento, el cambio se produce tan velozmente que, las diferencias de ua ayer cercano, no gozan hoy del suficiente aprecio para traducirse en un valor significativo.

Todo apunta a las personas o, por mejor decir, a la capacidad de las personas como factor de producción más valioso: ya no son ni la tierra, ni el capital, ni la mano de obra en su acepción tradicional los factores que más cuentan. Son las personas, las personas que saben y quieren hacer las que van a marcar la pauta.

Esas personas que, cuando van adquiriendo responsabilidad, son conscientes de la transformación parcial de las tareas tradicionales: Planificar, Organizar, Coordinar, Controlar,... en otras que adquieren mayor relieve: Dirigir, Delegar, Participar, Motivar, Evaluar, Comunicar, etc. De igual forma que ese otro grupo de personas, que realiza tareas más elementales, muestra una mayor receptividad, reaccionando positivamente a la manera en que son dirigidos, motivados, evaluados,...

Es la hora de la baza humana. Hay que jugarla, y hacerlo tratando de poner el máximo número posible de triunfos en la mano.

¿ Cómo obtener lo mejor de sí mismo?, ¿ Cómo obtener lo mejor del colectivo que constituye la organización?, ¿ Cómo se alcanza el máximo rendimiento?, ¿ Qué hacer para desarrollar las capacidades y orientarlas en líneas convergentes? y ¿ Qué papel puede jugar en todo ello la integración?

Parecería que tenemos que aprender a utilizar mejor las ciencias sociales para que las organizaciones empresariales sean más eficientes, y los que se integran, además, un poco más felices...

Aprender a crear condiciones idóneas de trabajo (no paz idílica como señala muy bien en su libro Helmut Maucher, Chairman de Nestlé) puede ser definitivo para estimular una gran fuente de energía humana creadora y positiva dentro de las organizaciones.

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