1. 1. La persona y la organización

La persona es mucho más que un medio de producción, y es necesario por eso un esfuerzo de profundización antropológico que contribuya a ofrecer luces sobre los modos más correctos de gobierno.

Recordando unas palabras de Aristóteles: dirigir esclavos –afirmaba el Estagirita- es fácil, pero poco provechoso para quien lo hace. Lo apasionante –continuaba- es gobernar hombres libres. No sólo han de ocuparse los dedicados a la dirección de personas en el análisis de las reacciones de éstas ante estímulos exteriores. Han de estimular sus deseos de calar más a fondo en lo que una persona sea, y también lo que puede y debe llegar a ser. Y todo eso con y por un respeto profundo a su dignidad y, lo que es lo mismo, a su libertad.

Han pasado los tiempos en los que la mayoría aceptaba vivir "al dictado" del dictador. Se aspira –gracias a la cada vez mayor difusión de la formación en todos los niveles de la empresa- a participar en las decisiones, a aportar el grano de arena propio en las soluciones de los obstáculos que continuamente se presentan en el desarrollo de cualquier proyecto.

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